... o mejor Raymond Impanis. Nacido en una familia de origen italiano en 1925, su primer contacto con la bicicleta fue como repartidor del pan en la panadería que regentaba su padre.
En 1942 durante una carrera juvenil chocó contra un poste de alta tensión que le dejó el brazo derecho prácticamente paralizado, logró recuperar tan sólo el 20% de la movilidad, pero el accidente no fue excusa para dejar de crecer y competir.
Logra llegar a profesionales en 1947 y hace su debut en el Tour de Francia, logrando con 21 años adjudicarse la contrarreloj de Saint Brieuc que con sus 139 kilómetros, es a día de hoy la más larga jamás disputada.
Como buen flamenco ansiaba participar en las clásicas y ese mismo verano tomó salida en la Lieja-Bastogne-Lieja donde acabaría segundo, La Doyenne se le resistiría toda su carrera, llegando segundo en cuatro ocasiones pero no alcanzando la ansiada victoria final.
Durante los años siguientes continuó intentándolo, llegando siempre en cabeza, en 1949 ganó su primera Dwars door Vlaanderen (A través de Flandes), éxito que repetiría en 1951. En los años siguientes venció la Gent-Wevelgem en dos ocasiones(1952-1953) y finalmente en la primavera de 1954 todo cambió.
Empezó el año ganando París-Roubaix y demostrando que no sólo sabía vencer en carreras de un día se reivindicó venciendo París-Niza antes de llevarse su primer Tour de Flandes. Rozó de nuevo la victoria en Lieja pero de nuevo quedó segundo.
Tras el año triunfal continuó intentando conquistar cada una de las carreras en las que competía sin lograrlo hasta 1957 cuando ganó Flèche Wallonne, un año antes tomó parte en la Vuelta a España subiéndose al tercer peldaño del podio en Bilbao, ciudad donde finalizaba la Vuelta, tras él en cuarta posición Federico Martín Bahamontes.
Siguió persiguiendo en vano su ansiada victoria en Lieja y una segunda París-Roubaix. Llegó 10 veces entre los diez primeros al velódromo de Roubaix y con 16 salidas fue hasta 2010 - año de su muerte - el ciclista con más participaciones en el Infierno del Norte. Su última victoria fue una segunda París-Niza en 1963.
Un pequeño héroe en un mundo de leyendas.
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